Justo después del final de mi último episodio con mi ex, el esposo de Texas entró y nos atrapó en la habitación, justo cuando Texas estaba lamiendo el semen de mi ex. Pero en lugar de enojarse, solo se quedó allí, disfrutando de la vista ... y se pone duro. Ya estaba listo para otra ronda, así que me desliré y comencé a chuparlo hasta que estaba sólido como una roca. Primero, me folló en misionero mientras Texas besaba y me tocaba, haciéndome aun más mojada. Entonces fue su turno de obtener esa polla gruesa, gimiendo mientras miro. Ambos nos pusimos duro en perrito, exactamente como me encanta: profundo, duro, sin contenerse. Al final, nos dejamos de rodillas juntos, chupándolo hasta que explotó en mi boca ... y por supuesto, me tragué todas las gotas.
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